La
patata, fue cultivada por primera vez entre los años 8000 y 5000 a.
C. en una región que comprendería lo que hoy es los Andes del sur
de Perú y el extremo noroeste de Bolivia. Desde entonces se ha
extendido por todo el mundo y se ha convertido en un alimento básico
en muchos países.
Una
vez introducida en Europa se convirtió en alimento básico, sobre
todo entre la población pobre, pues su cultivo y cosecha se
realizaba sin herramientas especiales. Los animales salvajes y el
ganado no causaban ningún daño a la planta, que además se podía
cultivar en suelos pedregosos y laderas de colina empinadas. La mayor
ventaja era que se obtenía un 150 % del rendimiento por hectárea de
los cultivos de cereales.
*El
libro “Nueva crónica y buen gobierno” (1615) documenta momentos
del cultivo de la patata.
Pasaron
varias generaciones hasta que esta rareza botánica se convirtió en
una fuente de alimento fundamental del pueblo europeo. Muchos
prejuicios y tradiciones se interponían en su camino. Además se
daba el problema de que las papas silvestres necesitaban un tiempo de
oscuridad suficiente. En europea con los días más largos en verano,
la planta generaba tubérculos más pequeños que en la zona de la
que la papa es originaria, más ecuatorial. Este problema tuvo
primero que identificarse, y después hubo que adaptar las
condiciones de cultivo para resolverlo.
En
Irlanda ya se cultivaban sin embargo patatas a principios del siglo
XVII, pues parecía ser el cultivo ideal para una isla afectada por
la pobreza. Aunque generó la gran hambruna en una plaga que se dio entre
los años 1845 y 1849,
ya que era la base del alimento.
Hoy
existen unas 5000 variedades de patatas en el mundo.