Los
romanos a su vez, utilizaban la famosa toga. La cual pasaba por un
hombro y daba la vuelta por debajo del brazo, usada por hombres y
mujeres. Asimismo, las mujeres se preocupaban y cuidaban bastante de
sus cabellos. Peinando los cabellos y tocados muy elaborados.
Con el
paso de los siglos, la moda, se fue poniendo cada vez más refinada.
Por ejemplo, en la Edad Media, la ropa a utilizar por hombres y
mujeres, era bastante más compleja, que la utilizada por las
civilizaciones anteriormente mencionadas. De igual manera, las
mujeres utilizaban más joyas y vestidos largos. Pocas zonas del
cuerpo, quedaban a la vista de los hombres. Esta época, fue marcada
por el recato y la condena frente a lo considerado como las malas
costumbres.
Los
pueblos germánicos los cuales acabaron con el Imperio Romano
introdujeron la práctica de coser la ropa, usando prendas de lana,
generalmente una túnica corta de mangas largas, unos calzones largos
o pantalones (copiado de los soldados romanos) y un sayo sobre los
hombros.
En la
Edad Media se había desarrollado unos estilos de vestir propios y
exclusivos, fue el uso de botones para sujetar la ropa. la aparición
del sastre profesional. la confección de la ropa que había sido
anteriormente trabajo de las mujeres paso a manos de los hombres. En
esta época el material más utilizado fue la lana (siendo muy
apreciados los paños de Frisia), el lino fino se usaba para las
camisas y las calzas. Por lo general, el hombre llevaba dos especies
de túnicas: una fina de hilo a modo de camisa y otra de lana más
larga, ésta de mangas estrechas y ceñida con un cinturón de cuero;
además, llevaba calzones y una capa. La mujer también llevaba dos
túnicas, la camisa (interior de mangas estrechas) y la estola (larga
hasta los pies y de mangas anchas) encima podían llevar una capa o
un manto, y era muy común el uso de un velo que cubría la cabeza.
También fue corriente el uso de guantes; eran de hilo los usados en
verano y de piel los usados en invierno.
Desde el
siglo XII aumentó el uso de la seda, como del algodón, que tenía
su principal centro de producción en Italia.
En el
siglo XIII apareció el vellux (era terciopelo que estaba hecho de
algodón) y aumentó la elaboración de peletería, tanto con pelo
como cuero trabajado.
En el siglo XIV se acortaron los calzones, que pasan a llamarse calzas altas, y sobre la camisa se llevaba un jubón, prenda ajustada al cuerpo que cubría desde los hombros hasta la cintura.
En el
Renacimiento surgió el concepto de moda tal como lo entendemos hoy
día, introduciéndose nuevos géneros y adquiriendo la costura un
alto grado de profesionalización. En la Italia renacentista
aparecieron los trajes más ricos y espectaculares de la historia, de
vivos colores y formas imaginativas y originales, otorgando gran
relevancia a las mangas, a los pliegues y a las caídas de tela de
forma vertical, con finos bordados y rica pasamanería.
En el
siglo XVI el calzón corto era a modo de bombacho, y continuó
usándose el jubón, junto a capas de diverso tipo y adornos como la
gorguera, tela de encajes fruncidos que cubría el cuello. En el
atuendo femenino apareció el corsé, que ceñía la cintura, sobre
una falda en forma de campana llamada crinolina, hecha de tela y crin
de caballo, y reforzada con aros metálicos.
En el
siglo XVII predominaron las formas sobrias, austeras, por influencia
religiosa, siendo el paño el material más utilizado, y la seda sólo
al alcance de las clases elevadas. El jubón se transformó en
chaqueta, con el cuello de volantes de encaje almidonados, y el
calzón se alargó y quedó por debajo de unas altas botas. En
Francia, la corte de Luis XIV favoreció la alta costura, empezando a
dictar la evolución de la moda a nivel europeo. Apareció entonces
la corbata, en un principio en forma de lazo, anudada al cuello;
también apareció la casaca, una larga chaqueta ajustada con forma
acampanada en su parte inferior.
Luis XIV, rey de Francia
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