martes, 25 de agosto de 2015

Chupitos de crema de champiñón y mejillones | El origen del champiñón








Desde la época en que los hombres primitivos probaban todo tipo de plantas que crecían a su alrededor, fueron viendo cuáles mantenían la vida y cuáles la robaban, dando lugar a cometer muchos errores fatales.
Hay testimonios de la impresión que causaron los hongos desde los primeros tiempos. En los jeroglíficos egipcios vemos leyendas en las que se les atribuía la inmortalidad y los faraones, fascinados por su sabor, prohibieron que los tocaran los plebeyos. La creencia de que prolongaban la vida y que eran afrodisíacos llegó a extenderse tanto que Julio César emitió un decreto prohibiendo que las tropas los consumieran. Más tarde se convirtieron en símbolo de distinción social: los epicúreos romanos y las realezas francesa e inglesa sólo permitían que se sirviesen en las cortes y los palacios. Otras civilizaciones los emplearon en rituales religiosos, porque creían que tenían el poder de curar enfermos, tener una fuerza sobrenatural y establecer contactos con los dioses; como en China, Centroamérica,...
El cultivo del champiñón se inició en Francia hacia 1650. Su producción hoy ocupa el cuarto lugar del mundo. El primer país productor es China.
En España también se produce en La Rioja y Cuenca-Albacete desde 1952.
La mayor parte de las setas, ya existían en épocas muy remotas y son anteriores a la aparición del hombre.
Se cree que el cultivo de champiñones nació en Francia hacia 1650, cuando algunos hortelanos observaron la aparición de hongos comestibles al cubrir el estiércol de las caballerías con arena.

Y cuando un productor de melón cerca de París tropezó accidentalmente con un descubrimiento muy importante. Vertió agua utilizada para lavar las setas silvestres, sobre algunas sobras de compost gastado del cultivo de melones. Un poco más tarde, muchas setas brotaron en este lugar. Esta nueva seta ganó rápidamente el nombre del «champiñón de París». Necesitando tan sólo un ambiente húmedo y cálido.




Ingredientes:
(para 2 personas)

Para su elaboración (3)
-1/2 cebolla mediana
-1 diente de ajo
-2 cucharadas de aceite
-150ml de nata
-150gr de champiñones
-6 mejillones frescos (puedes usar congelados)
-una pizca de pimienta
-2 cucharadas rasas de queso rallado emmental

PREPARACIÓN
Paso 1: Picad la cebolla y el ajo y ponedlo en una sartén hasta que se dore. Echad los mejillones y una vez abiertos retiradlos. Añadid los champiñones (cortados en láminas finas) y éstos estarán cuando el agua sobrante se haya consumido.
 
Paso 2: Extraed la carne de los mejillones de las valvas y lo picáis menudito, añadiéndolo en la sartén con el resto y a continuación añadid la nata y la pimienta, estará listo cuando rompa a hervir. No necesita sal porque los mejillones aportarán la sal que necesitáis.
Paso 3: Vertéis en unos cuencos resistentes al calor el preparado. Espolvoread por encima el queso rallado y los introducís en el horno para gratinar o en el microondas (si tenéis la opción de gratinado) entre 2 o 3 minutos, vigilando que no se queme.

*Esta crema también os puede servir para el acompañamiento de una pasta.
Y ¡espero que os guste!! …..mmmmmm

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