Árbol de la canela |
El
canelo, el árbol de la canela.
El
origen de la canela se remonta al III milenio a.C. y su procedencia
es incierta ya que existen diversa hipótesis que ubican este árbol
en Sri Lanka, las Indias Occidentales y China.
En
China es conocida desde el año 2500 a.C. constituyendo un producto
tan apreciado como el oro. No obstante existen otras zonas donde
también fue utilizada para ofrendas religiosas como en Oriente
Medio, donde el primer manojo se ofrecía al sol y el segundo era
para encender el fuego sagrado para los sacrificios a los dioses.
Canela en rama |
También
los habitantes del Antiguo Egipto fueron conocedores de las
propiedades de esta especia, comerciando con ella y otras plantas
aromáticas como la mirra. Probablemente, los primeros perfumes se
elaboraron para compensar la falta de higiene personal, como hacían
los egipcios, que elaboraban perfumes con esencias mezcladas con
barro o manteca para llevar en pequeños recipientes o colocarse
sobre la cabeza en forma de conos, como se ve hacer a las
sacerdotisas en numerosas pinturas de la época.
Testimonios de la importancia del perfume en Egipto, entre ellos. la canela |
En
la tumba de Tutankamón había miles de frascos con perfumes
diferentes que tres mil años después aún conservaban una parte de
su aroma original. El uso de los perfumes sagrados estaba prohibido a
los profanos, pero el pueblo disponía de otras esencias como el
estoraque y el cinamomo (canela).
Especias en el mercado oriental |
Se
cuentan que en la historia de Salomón y de la Reina de Saba la
canela está muy presente. Ya en estas fechas tan tempranas eran
conocidas sus propiedades como afrodisíaco.
En
el Mar Mediterráneo fue introducida por los comerciantes fenicios y
árabes. Los primeros bautizaron esta especia como guinnamon, transmitiéndolo a los griegos y romanos que convertirían su nombre
en kinnamom y cinnamomum respectivamente, germen de su terminología
botánica.
Los
romanos, comerciaron con países como India o Ceylan e iniciaron el
consumo de canela en su gastronomía al final de su etapa imperial
(entre los siglos III y IV d.C.), introduciéndola en sus dominios a
través de la ruta de la seda desde China hasta las zonas orientales
de Europa y las colonias egipcias del Mar Rojo.
Los
emperadores romanos utilizaban la canela como perfume ya que los
perfumistas la vendían al pie del Capitolio, incluso se cuenta que
Nerón, tras la muerte de su esposa, hizo quemar en una pira
funeraria toda la canela almacenada en la ciudad de Roma.
Canela en rama y en polvo |
Ya
en la Edad Media se conocen otras leyendas, pasajes asombrosos sobre
su recolección o Islas en las que su calidad sobrepasaba lo
inimaginable. Una de ellas, Ceylan, fue considerada por Marco Polo
como el mejor lugar del mundo para disfrutar de la canela. No
obstante parece que ocultó esta información para no entorpecer la
situación privilegiada que en esos momentos (siglos XIII y XIV)
ostentaba Venecia con relación a su comercialización y al
desorbitado precio que ponían desde esta ciudad del norte de Italia
a esta especia. Que en muchas ocasiones fue una fuerte moneda de
cambio. Y era utilizada en el Viejo Continente en cocina, en la
elaboraban de cosméticos, bálsamos, medicinas contra la tos y
perfumes (de inspiración romana).
Durante
el siglo XVI la canela de Ceylan sería explotada por los
portugueses, aunque más tarde los holandeses conseguirían la
concesión absoluta de su comercio a través de la compañía de las
Indias Orientales, extendiendo su consumo por toda Europa.
De
esta zona provienen los primeros árboles plantados en las Islas
Seychelles y Reunión, con una producción muy importante en la
actualidad.
Cosas
de la canela que hay que saber. Desde el punto de vista medicinal
estimula las actividades gástricas y digestivas y como conservante
es un buen antiséptico y antifúngico.
La
canela cuanto más pálida mejor es su calidad.
Ingredientes:
(para
2 personas)
Para
su elaboración (2)
-2
manzanas
-50gr
harina
-1
cucharada rasa de canela en polvo
-50gr
mantequilla
-50gr
azúcar
Molde caramelizado |
PREPARACIÓN
Paso
1: Carameliza los moldes donde
vas a cocerlas. Con cuidado de no romperlos si son de cristal, por el
calor, colócalos sobre un trapo (previamente con un dedo de agua los
habrás calentado en el microondas durante 1 o ½ minuto, retirando
el agua, vierte ahora el caramelo y así evitarás que se rompan al
tener casi la misma temperatura). Pela las manzanas, córtalas en
rodajas y colócalas en los moldes como más te guste, encima del
caramelo que ya habrá endurecido.
Paso
2: Mezcla
con un tenedor, en un cuenco, el resto de los ingredientes (la
mantequilla estará atemperada para así poder mezclarla mejor) y
colócalo encima de las manzanas. Pondrás en el horno previamente
calentado a 200°C,
para cocer durante 25/30 minutos los moldes
Listo para hornear |
Y
¡listas para saborear! ….mmmmmmm.....
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