martes, 3 de noviembre de 2015

Crema de guisantes | La historia de los guisantes



El guisante se encuentra como planta silvestre en muchas regiones de Europa, especialmente en el Sur.
Los testimonios mas antiguos del cultivo del guisante, provienen de Birmania y Tailandia, donde eran muy apreciados. Es probable que haya sido cultivada por primera vez en Asia Central, extendiéndose luego hacia el Oriente Próximo y Norte de África.
Se han encontrado restos de guisantes en las habitaciones lacustres suizas de la edad del bronce (3000 años a.C.). En armoricano se le llamaba “piz” (pis).
Planta del guisante
Los antiguos griegos lo cultivaban y lo comían, llamándole “pison”.
La cocina en la antigua Roma
Luego fue cultivado 
por los romanos (300 años a.C.), entre quienes era conocido como “pisum”. Se consumían como puré, por lo que se cree que la etimología de su nombre procede del sánscrito “pish”, que significa machacar, aplastar o pisar.
Sin embargo el escritor romano Plinio Veronés el Viejo, opina que su nombre procede del griego “pisoymai” (pisume), que significa, ‘caigo’, asociándolo a la fragilidad del tallo y su tendencia a tumbarse en el suelo.


Tenemos testimonios, hoy en día de recetas, modo de cultivo,... en la antigüedad como: Marcus Terencius Varrón, Lucio Moderato Columela, Marcus Gavius Apicius,...
Hasta finales de la Edad Media no hay evidencias de que los guisantes se comieran
frescos. Cerca del año 1500 se puso de moda en Francia comer guisantes dulces o de
jardín, y este hábito se extendió por toda Europa. Los guisantes eran uno de los alimentos favoritos del rey francés Luis XIV y de su esposa Mª Teresa de Austria, quien en su palacio de Versalles, daba suntuosos banquetes en los que los guisantes formaban parte de la guarnición de carnes preparadas a esos efectos y presentadas en refinados platos de porcelana.
Las semillas habitualmente de color verde, más o menos intenso, pueden ser lisas (utilizadas en conserva), o rugosas, (más utilizadas en el consumo fresco). Hay que recordar los experimentos de Mendel con guisantes lisos y rugosos, fueron los que dieron lugar al descubrimiento de las Leyes de Mendel, de importancia básica en la genética).

Cuando los guisantes son tiernos, tienen un sabor ligeramente dulce y se pueden consumir crudos; también se consumen cocidos, guisados, como guarnición y se conservan ligeramente cocidos en lata o congelados.

Ingredientes:
(para 6/7 personas)

Para su elaboración (3)
-450gr guisantes (congelados o frescos)
-1 cebolla
-½ cebolleta
-una pizca de azafrán
-3 dientes de ajo
-4/5 cucharadas de aceite
-1 rama de apio (o 2 si son pequeñas)

-750ml agua
-sal al gusto
-1 rama de menta fresca
-2 cucharillas de cominos en polvo
-½ cucharilla de pimienta negra en polvo


PREPARACIÓN
Paso 1: En una cazuela poned a sofreír a fuego medio la cebolla, la cebolleta, los ajos y el azafrán con el aceite. Una vez estén añadid el apio picado para que sofría durante 2 minutos y a continuación los guisantes, si son congelados ponedlos sin descongelar y removed durante otros 5 minutos.
Paso 2: Cuando esté añadid el comino, la menta fresca picada, la pimienta y el agua; tapad la cazuela y cuando rompa a hervir bajad el fuego y añadid la sal para que cueza durante 25/30 minutos (si veis que necesita más tiempo lo dejáis unos minutos más).
Paso 3: Cuando esté listo (lo probáis para corregir si necesita más sal, pimienta o cominos - a vuestro gusto) lo trituráis con la batidora o vaso batidor; hasta que quede una fina y suave crema.
*Si queréis podéis acompañarlo con un poco de nata líquida para darle ese inconfundible y rico sabor.
Y ¡listos para saborear esta deliciosa crema! ….mmmmmmm.....

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