El
guisante se encuentra como planta silvestre en muchas regiones de
Europa, especialmente en el Sur.
Los
testimonios mas antiguos del cultivo del guisante, provienen de
Birmania y Tailandia, donde eran muy apreciados. Es probable que haya
sido cultivada por primera vez en Asia Central, extendiéndose luego
hacia el Oriente Próximo y Norte de África.
Se
han encontrado restos de guisantes en las habitaciones lacustres
suizas de la edad del bronce (3000 años a.C.). En armoricano se le
llamaba “piz” (pis).
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Planta del guisante |
Los
antiguos griegos lo cultivaban y lo comían, llamándole “pison”.
Luego fue cultivado por
los romanos (300 años a.C.), entre quienes era conocido como
“pisum”. Se consumían como puré, por lo que se cree que la etimología de su nombre procede del sánscrito “pish”, que
significa machacar, aplastar o pisar.
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La cocina en la antigua Roma |
Sin
embargo el escritor romano Plinio Veronés el Viejo, opina que su
nombre procede del
griego “pisoymai” (pisume), que significa, ‘caigo’,
asociándolo a la fragilidad del tallo
y su tendencia a tumbarse en el suelo.
Tenemos
testimonios, hoy en día de recetas, modo de cultivo,... en la
antigüedad como: Marcus Terencius Varrón, Lucio Moderato Columela,
Marcus Gavius Apicius,...
Hasta
finales de la Edad Media no hay evidencias de que los guisantes se
comieran
frescos.
Cerca del año 1500 se puso de moda en Francia comer guisantes dulces
o de
jardín,
y este hábito se extendió por toda Europa. Los
guisantes eran uno de los alimentos favoritos del rey francés Luis
XIV y de su esposa Mª Teresa de Austria, quien en su palacio de
Versalles, daba suntuosos banquetes en los que los guisantes formaban
parte de la guarnición de carnes preparadas a esos efectos y
presentadas en refinados platos de porcelana.
Las
semillas habitualmente de color verde, más o menos intenso, pueden
ser lisas (utilizadas en conserva), o rugosas, (más utilizadas en el
consumo fresco). Hay que recordar los experimentos de Mendel con
guisantes lisos y rugosos, fueron los que dieron lugar al
descubrimiento de las Leyes de Mendel, de importancia básica en la
genética).
Cuando
los guisantes son tiernos, tienen un sabor ligeramente dulce y se
pueden consumir crudos; también se consumen cocidos, guisados, como
guarnición y se conservan ligeramente cocidos en lata o congelados.
Ingredientes:
(para
6/7 personas)
Para
su elaboración (3)
-450gr
guisantes (congelados o frescos)
-1
cebolla
-½
cebolleta
-una
pizca de azafrán
-3
dientes de ajo
-4/5
cucharadas de aceite
-1
rama de apio (o 2 si son pequeñas)
-750ml
agua
-sal
al gusto
-1
rama de menta fresca
-2
cucharillas de cominos en polvo
-½
cucharilla de pimienta negra en polvo
PREPARACIÓN
Paso
1: En una cazuela poned a sofreír a fuego medio la cebolla, la cebolleta, los ajos y el
azafrán con el aceite. Una vez estén añadid el apio picado para
que sofría durante 2 minutos y a continuación los guisantes, si son
congelados ponedlos sin descongelar y removed durante otros 5
minutos.
Paso
2: Cuando
esté añadid el comino, la menta fresca picada, la pimienta y el
agua; tapad la cazuela y cuando rompa a hervir bajad el fuego y
añadid la sal para que cueza durante 25/30 minutos (si veis que
necesita más tiempo lo dejáis unos minutos más).
Paso
3: Cuando
esté listo (lo probáis para corregir si necesita más sal, pimienta
o cominos - a vuestro gusto) lo trituráis con la batidora o vaso
batidor; hasta que quede una fina y suave crema.
*Si
queréis podéis acompañarlo con un poco de nata líquida para darle
ese inconfundible y rico sabor.
Y
¡listos para saborear esta deliciosa crema! ….mmmmmmm.....
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